¿Alguna vez has pedido un deseo soplando las velas de cumpleaños, has tirado un céntimo a una fuente o has garabateado el nombre de tu enamorado en un papel? Si es así, entonces ya sabes cómo lanzar un hechizo. Aunque estas acciones puedan parecer triviales, todas estas prácticas tienen un lugar en la tradición mágica, tal cual como por ejemplo el Amarrado y Claveteado de Alicia Collado.
Durante generaciones, los humanos han explorado su magia innata a través de diversas técnicas de manifestación. En 1533, Heinrich Cornelius Agrippa de Nettersheim, estableció los diferentes enfoques y corrientes esotéricas; en su “De occulta filosofia” Cornelius Agrippa trazó tres tipos de prácticas mágicas: Magia Ceremonial, Magia Celestial y Magia Natural.
La magia ceremonial procede de la tradición divina y requiere la presencia de una figura celebrante, como un sacerdote, una sacerdotisa o un chamán. La magia celestial se encuentra en la intersección de los reinos terrestre y cósmico, y un ejemplo perfecto es la astrología. La magia natural, en cambio, utiliza hierbas, velas, cristales y piedras para dirigir la energía a través de hechizos.
¿Qué es la magia?
El concepto de una fuerza vital que fluye a través de cada realidad natural ha sido explorado por las religiones de todo el mundo y en todas las épocas. Este concepto se denomina “Qi” en la medicina tradicional china, “Prana” en la filosofía hindú y “ka” en la antigua religión egipcia. Estos nombres describen la esencia de la existencia, una corriente que anima todas las cosas naturales.
Como todas las prácticas de adivinación, la Magia se basa en la creencia de que dentro de cada individuo hay toda una cosmología que refleja la del universo; el microcosmos, por tanto, simboliza el macrocosmos. Básicamente, lanzar un hechizo es el arte de identificar y dirigir tu energía.
¿Qué es un hechizo?
Un hechizo es cualquier cosa realizada con intención mágica; la única diferencia entre lanzar un hechizo y lanzar una moneda, preparar una infusión o levantar un cono de poder es la conexión entre la energía liberada y quien la libera.
¿Cómo se clasifican los hechizos?
Los hechizos más exitosos son los que se originan a partir de un propósito específico. En otras palabras, tu búsqueda de la manifestación mágica debe responder a un deseo o una necesidad ardiente. Su hechizo puede ser una reacción a un evento o idea, pero es mejor evitar crear en un estado de extrema “ansiedad de rendimiento”. De hecho, el resultado de tus manifestaciones siempre reflejará tu estado de ánimo en el momento de la “promulgación”: si alimentas tu hechizo con frenesí, espera resultados erráticos. Para crear resultados positivos y significativos, canaliza tu energía mágica con concentración, sabiduría y empatía.
En última instancia, los hechizos actúan como intermediarios que unifican las entidades a través de los conceptos. Exploremos algunos de los tipos de hechizos más populares
Hechizos con Correspondencias
Las correspondencias son conexiones entre el mundo intangible y el físico que puedes formar con las herramientas que utilizas para crear tu hechizo, simbología, fase lunar, etc.
Por ejemplo, cada planeta representa un concepto o una acción distintiva: Mercurio simboliza la comunicación, mientras que Venus simboliza el romance y Marte la determinación. Asimismo, cada planeta “tradicional” (aquellos cuerpos celestes descubiertos a simple vista) se asocia a un día de la semana diferente. Si tienes la intención de hacer un hechizo de amor, es mejor crear tu hechizo el viernes, el día de Venus.
Muchas correspondencias (como las detalladas en el ejemplo anterior) han sido honradas durante siglos. Otros, sin embargo, son más contemporáneos.
Hechizos de magia simpática
Este fenómeno de fuerzas que se atraen entre sí se llama magia simpática. La práctica de la magia simpática sugiere que dos objetos o entidades unidas en un reino siempre se unirán en otro. En otras palabras, “lo semejante atrae a lo semejante”. Un clásico hechizo de magia simpática une a los amantes acercando poco a poco dos velas que simbolizan su persona. Cuando las velas se tocan, se forma una unión y las velas se atan con una cinta roja para asegurar una relación fuerte y apasionada.
Otro hechizo de amor consiste en grabar el nombre y la fecha de nacimiento (o el signo del zodiaco) de tu pareja en una vela roja. Expresa tu intención en voz alta y con confianza, enciende la vela y deja que arda por completo.