En cuanto a los orígenes de la orden, algunos estudiosos (como Michael Maier y Lewis Spencer) los remontan al antiguo Egipto de Tholmes III, el verdadero fundador de la orden. Otros eruditos (Friedrich Grick de Altdorf, alias Irenaeus Agnostus), sin embargo, afirman que el primer verdadero fundador de la hermandad no fue otro que Adán, padre, según la Gnosis cabalística de Roland Wdighoffern, de la alquimia, la magia, la escritura. Esta hipótesis también está respaldada en una obra aparecida en Danzig en 1655, titulada: “Echo der van Gotthocherleuchtetan” , de Jufius Sperber (? -1616), quien fue consejero del príncipe de Anhalt Dessau.
En él, Sperber afirma que …”… Adán transmitió la sabiduría divina que Dios le había impartido antes de la caída a través de Noé y Zoroastro a los caldeos, los egipcios, los profetas del Antiguo Testamento, para finalmente ungirlos hasta la era cristiana”.
Poder de las rosas
Algunos autores como Roger Loubet y Jean-Pierre Huc ven la hermandad como una “rama” de la orden templaria nacida en 1317 por un Maestro del Temple de acuerdo con el entonces Papa Juan XXII. Adoptaron el símbolo de la cruz con las letras INRI a su alrededor, todo coronado por un pelícano con las alas extendidas que desgarra su abdomen para alimentar a sus siete pequeños hambrientos, y se dieron el nombre de “Hermanos Mayores de la Roca Croce”. . En un libro de Paul Arnold, se resumen las dudas y perplejidades que esta Orden trajo tanto en los círculos académicos de 1614, como en las mentes ilustradas de los siglos venideros. Sin embargo, en el inmenso panorama literario que ha surgido en torno a este tema, hay quienes afirman que los rosacruces nunca existieron realmente y, precisamente por eso, no pueden morir.
Una historia interesante al respecto es la del “La boda química de Christian Rosenkreutz ” (1616), que narra la boda de algunos personajes de origen noble en el interior de un castillo, donde se encuentra el propio Rosenkreutz. Además de la narración alquímica alegórica muy interesante, se pueden señalar varias referencias a otras obras, como “Mutus Liber” de Altus o “Las doce llaves de Basil Valentine”. En su biografía, un pastor protestante llamado Johan Valentin Andrete se declara autor de la “Boda”, pero según investigadores muy autorizados utilizó los manifiestos de Fama y “Confessio” para expresar sus ideas reformadoras sin querer ser tomado literalmente, todo dentro de un contexto histórico que tuvo un carácter represivo.
Con la especialidad en amarres de amor que estos expertos muestran podrás ver lo mejor de esto.
Conocimiento esotérico de rosas
Los rosacruces actuales afirman ser los herederos de la “Orden Original”, nacida en el antiguo Egipto, que se reunió en las habitaciones secretas de la Gran Pirámide, durante el reinado del faraón Akenaton., (XVIII dinastía, alrededor de 1350 aC). Descubrirían las facultades secretas que posee el ser humano y el conocimiento trascendente y esotérico, que se transmitiría de generación en generación, hasta los Rosacruces de hoy. Es muy fácil decir que Moisés también era rosacruz, ya que conocía todos los secretos de los sacerdotes egipcios y los del faraón.
Hablando del símbolo, los rosacruces adoptaron como símbolo una cruz negra con una rosa roja en el centro; podemos decir que la rosa y la cruz se pueden definir como arquetipos, que tienen sus raíces en la historia del mundo y en el símbolo: el simbolismo de la cruz existió en Tahunaco miles de años antes del advenimiento del cristianismo y, para los egipcios (y aquí respaldamos la hipótesis de Maier y Spencer) representó la inmortalidad, mientras que la rosa era el símbolo del secreto. Según la Cofradía, la cruz representaba la imagen del sacrificio, que es el dolor humano que permite llegar a comprender la belleza suprema (concepción casi platónica).
La rosa, al menos como dicta la tradición, es una flor que nos llega desde el valle del Nilo y, según algunos expertos en piramidología, es la única flor conocida que se puede momificar mediante el procedimiento piramidal. Para los Rosacruces era el símbolo del amor, pero quizás se refieren a la tradición alquímica que representa, con la rosa, la “Gran Obra”. Por tanto, el término Rosacruz podría interpretarse como el secreto de la inmortalidad, también porque yo imagen del sacrificio, que es el dolor humano que permite llegar a comprender la belleza suprema (casi una concepción platónica).